La floración y brotación de los manzanos: un periodo decisivo para la producción de Giropoma

En las fincas de Giropoma, la primavera marca el inicio de una etapa clave en el ciclo biológico de los manzanos: la brotación y la floración. Este proceso, que se acontece habitualmente entre finales de marzo y la primera quincena de abril, constituye el punto de partida de la campaña productiva y tiene una incidencia directa en la calidad y cantidad de la cosecha.

Estas vienen condicionadas principalmente por el aumento progresivo de las temperaturas y la prolongación de las horas de luz propias de esta época del año. Estas condiciones favorecen la salida de los primeros brotes y la apertura de las flores, que acontecen esenciales para la futura fructificación.

La floración tiene una relación directa con el potencial productivo de los árboles. Una floración abundante y muy desarrollada representa un mayor número de frutos potenciales. Sin embargo, para asegurar la calidad final de la manzana, es imprescindible realizar la aclarada de los frutos, una práctica que permite controlar la carga productiva y favorecer el desarrollo de los ejemplares mejor posicionados.

El proceso que transforma una flor en una manzana de calidad depende de varios factores clave. En primer lugar, una fecundación correcta es indispensable para que la flor pueda evolucionar en fruto. Posteriormente, el suministro adecuado de nutrientes y agua determinará si el fruto logra la medida y características deseadas.

Giropoma favorece la biodiversidad en el campo para un control sostenible de las plagas

La convivencia del mayor número de especies en el mismo lugar y mantener el equilibrio del ecosistema son objetivos clave en la producción de Giropoma. La compañía pone especial relevancia a favorecer la biodiversidad en el campo y activar la fauna útil para un crecimiento sostenible de los cultivos. En este sentido, la empresa busca crear hábitats por el desarrollo de varias poblaciones en cajas nido, hoteles de insectos o con la conservación de árboles y márgenes alrededor de las fincas, así como con la disponibilidad de agua y el mantenimiento del césped entre hileras con diversidad de flores. Estas técnicas consiguen crear elementos y medios confortables para que las especies puedan alimentarse, establecerse en refugios y reproducirse.
“Estos métodos nos permiten controlar el aumento de las plagas o incluso ponerlas a niveles que no causen daños a los cultivos. Además, hay especies que se pueden alimentar de esta plaga y esto genera un aumento de la población y a la vez, beneficios”, destaca Cèsar Saiz, director técnico de Giropoma.

Todos los campos de Giropoma siguen los principios del Consejo Catalán de la Producción Integrada (CCPI), escogiendo medidas que tienen como objetivo el fomento de la biodiversidad -como las instalaciones de refugios-, el establecimiento de zonas de compensación ecológica o el mantenimiento de la cubierta vegetal del suelo. La producción integrada es el mejor sistema para proteger los cultivos y la base para un crecimiento sostenible de estos y una reducción del riesgo que comportan los pesticidas. La corporación destaca que en los campos de los productores suele haber una gran cantidad de fauna útil, como la mariquita, que ayuda contra las plagas. Además, el CCPI conoce en qué parcelas se han cultivado los productos obtenidos siguiendo estos criterios y cuáles son las actuaciones que se han hecho en cada plantación. “Estas prácticas son una ayuda más para lograr una producción con éxito. A pesar de que, no son métodos infalibles y requieren observación de lo que está sucediendo con la biodiversidad a lo largo del año”, recalca Saiz.

Giropoma es uno de los productores del Consejo Catalán que desde el año 2018 tiene implementado un sistema de riego basado en sensores de humedad del suelo distribuidos por toda la zona productiva, que mediante los datos extraídos -indican la humedad y el agua disponible para los manzanos-, y la previsión climática, les permite dar unas recomendaciones de riego para minimizar el consumo de agua, controlar su correcta distribución y la idoneidad de los medios que se usan.

Además, el Consejo Catalán de la Producción Integrada contrata las entidades de control, acreditadas por la Entidad Nacional de Acreditación de España (ENAC) en el cumplimiento de la norma EN-17.065, para garantizar el seguimiento de estas normas. Giropoma cuenta con la certificación del CCPI., por lo tanto, todos los productos de la compañía siguen las normas técnicas y normativas vigentes que regulan esta producción agrícola. En esta línea, el objetivo de Giropoma es ofrecer manzanas saludables y de alta calidad, siguiendo siempre los valores que definen a la compañía: la defensa del territorio y del medio rural, el respeto por el entorno, la proximidad, el compromiso y la apuesta por las personas.

Giropoma inicia la plantación de nuevas fincas de manzanos, que se alargará hasta el mes de marzo

Este mes, Giropoma ha empezado la plantación de nuevas fincas de manzanos, que se alargará 1 mes y medio o 2 meses, según la climatología. Todo dependerá de las precipitaciones que se produzcan durante las próximas semanas, que podrían imposibilitar el acceso a los campos trabajados durante unos días.

Previamente a las plantaciones, los socios – productores de la compañía han preparado el terreno mediante el trabajo del suelo para adecuarlo a los árboles. Cuando se prepara el campo, generalmente se aplica compuesto para mejorar la materia orgánica y para favorecer los nutrientes por las plantas.

Posteriormente al trabajo del suelo, se señala la localización de los palos y las áncoras, que formarán la estructura de la finca, y el sistema de riego.

Consecutivamente, se abre una zanja entre los palos donde quedarán enterradas las raíces, y se colocan los alambres que harán de apoyo de los manzanos, junto con los hilos que fijarán los árboles.

Finalmente, se plantan los manzanos y se instalan las mallas, que sirven principalmente para evitar los daños por granizo, las quemaduras producidas por las radiaciones solares y contribuyen a mitigar el viento.

En cuanto a las variedades que se deciden plantar, se escogen en función de las necesidades de Giropoma y el productor, que es asesorado por la compañía con el objetivo de continuar ofreciendo las mejores manzanas a los consumidores.

Para Giropoma el trabajo en equipo y la comunicación con los socios – productores son esenciales para obtener unos buenos resultados y dar la garantía de calidad y servicio.