Recientemente, Giropoma ha hecho una nueva apuesta por la tecnología y ha instalado una estación de filtraje del agua en la primera fase del circuito de agua de la precalibradora. En esta primera etapa, se vacían los pallots de manzanas que vienen directamente del campo, siendo este el primer proceso de lavado que reciben las manzanas.
Con la instalación de esta estación, Giropoma consigue eliminar toda la tierra, el barro y la materia orgánica en suspensión del agua para mantenerla en un nivel de calidad óptimo y, en consecuencia, reducir el consumo, puesto que evita tenerla que cambiar diariamente.
Se trata de un filtro, controlado mediante una aplicación web, que está formado por dos depósitos. Un primero donde se hacen precipitar los sólidos, y un segundo, que mediante un filtro de sílex específico para la eliminación de la turbidez del agua y la retención de sólidos, acaba de filtrar el agua para conseguir que salga con un nivel de turbidez inferior a 1NTU (Nephelometric Turbidity Unido). En este tipo de filtros se les tiene que aplicar un contra lavado cíclico en el cual se destina mucha agua que hasta ahora no se podía reutilizar. Sin embargo, con la tecnología instalada, la empresa productora y comercializadora de manzanas ha conseguido realizar un lavado continuo de este, separando esta agua y conduciéndola hasta el inicio del ciclo de filtraje, haciendo que la pérdida de esta sea cero.
Este filtraje del agua permite mantenerla limpia y mejora rigurosamente la desinfección de esta durante largos periodos de tiempos.
Una vez más, Giropoma ha apostado por la innovación para continuar trabajando en la eficiencia y la sostenibilidad de la compañía.