La convivencia del mayor número de especies en el mismo lugar y mantener el equilibrio del ecosistema son objetivos clave en la producción de Giropoma. La compañía pone especial relevancia a favorecer la biodiversidad en el campo y activar la fauna útil para un crecimiento sostenible de los cultivos. En este sentido, la empresa busca crear hábitats por el desarrollo de varias poblaciones en cajas nido, hoteles de insectos o con la conservación de árboles y márgenes alrededor de las fincas, así como con la disponibilidad de agua y el mantenimiento del césped entre hileras con diversidad de flores. Estas técnicas consiguen crear elementos y medios confortables para que las especies puedan alimentarse, establecerse en refugios y reproducirse.
“Estos métodos nos permiten controlar el aumento de las plagas o incluso ponerlas a niveles que no causen daños a los cultivos. Además, hay especies que se pueden alimentar de esta plaga y esto genera un aumento de la población y a la vez, beneficios”, destaca Cèsar Saiz, director técnico de Giropoma.
Todos los campos de Giropoma siguen los principios del Consejo Catalán de la Producción Integrada (CCPI), escogiendo medidas que tienen como objetivo el fomento de la biodiversidad -como las instalaciones de refugios-, el establecimiento de zonas de compensación ecológica o el mantenimiento de la cubierta vegetal del suelo. La producción integrada es el mejor sistema para proteger los cultivos y la base para un crecimiento sostenible de estos y una reducción del riesgo que comportan los pesticidas. La corporación destaca que en los campos de los productores suele haber una gran cantidad de fauna útil, como la mariquita, que ayuda contra las plagas. Además, el CCPI conoce en qué parcelas se han cultivado los productos obtenidos siguiendo estos criterios y cuáles son las actuaciones que se han hecho en cada plantación. “Estas prácticas son una ayuda más para lograr una producción con éxito. A pesar de que, no son métodos infalibles y requieren observación de lo que está sucediendo con la biodiversidad a lo largo del año”, recalca Saiz.
Giropoma es uno de los productores del Consejo Catalán que desde el año 2018 tiene implementado un sistema de riego basado en sensores de humedad del suelo distribuidos por toda la zona productiva, que mediante los datos extraídos -indican la humedad y el agua disponible para los manzanos-, y la previsión climática, les permite dar unas recomendaciones de riego para minimizar el consumo de agua, controlar su correcta distribución y la idoneidad de los medios que se usan.
Además, el Consejo Catalán de la Producción Integrada contrata las entidades de control, acreditadas por la Entidad Nacional de Acreditación de España (ENAC) en el cumplimiento de la norma EN-17.065, para garantizar el seguimiento de estas normas. Giropoma cuenta con la certificación del CCPI., por lo tanto, todos los productos de la compañía siguen las normas técnicas y normativas vigentes que regulan esta producción agrícola. En esta línea, el objetivo de Giropoma es ofrecer manzanas saludables y de alta calidad, siguiendo siempre los valores que definen a la compañía: la defensa del territorio y del medio rural, el respeto por el entorno, la proximidad, el compromiso y la apuesta por las personas.