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Pink Lady, la manzana presente en la mesa y en las iniciativas sociales

Una manzana roja, llamativa y con un nombre que la hace parecer dulce sin ni tan solo haberla probado, pero que te acerca al que esta variedad puede ofrecer. La Pink Lady destaca por su tono bicolor entre rosa rojizo y verde pálido. Es una de las manzanas que Giropoma comercializa desde hace tiempos y este año, ha empezado su cosecha y venta este mes de noviembre.

De origen australiano, nace el 1973 cuando el investigador John Cripps realizó un cruzamiento natural entre dos variedades de manzana: Golden Delicious y Lady Williams. Es en 1994-1995 cuando se plantan los primeros árboles en Europa, concretamente en Francia y esta nueva variedad traspasa el continente. En el año 1997, propietarios de viveros, productores y distribuidores unen esfuerzos para crear la asociación Pink Lady® Europe, y en 1998 – 1999 los productores españoles e italianos se suman a la aventura de Pink Lady®.

La cosecha de la Pink Lady es de las que empieza más tarde, se inicia entre finales de octubre y principios de noviembre y es que la fruta necesita su tiempo para adquirir madurez y el color deseado, características que consigue en las últimas semanas de maduración al árbol.

Es una manzana ideal para consumir en fresco, elaborar zumos y se utiliza mucho en ensaladas y para acompañar carnes y pescados, por su sabor que consigue combinar muy equilibradamente la dulzura con la acidez, además es reconfortante y refrescante. La variedad, de piel fina y una pulpa de color quema muy aromática, tiene una textura crujiente y jugosa. Así mismo, contiene fibra natural que ayuda a mejorar el tráfico intestinal, es antioxidante, aporta vitamina C y contiene un 80% de agua.

Además, se trata de una fruta con función transversal dado que tiene un alto compromiso social. No solo satisface sus consumidores a mesa, si no que el 2016 se crea la Fundación Pink Lady que apoya a proyectos empresariales dirigidos por mujeres. Y no se para aquí, es el 2020 cuando la variedad lanza su carta de compromisos, que integra los tres pilares del desarrollo sostenible (cuestiones medioambientales, sociales y económicas).

En esta línea, también se han organizado varias iniciativas solidarias como la jornada “Apadrina un árbol” en la cual se llevó a cabo una salida a uno de los campos de Giropoma con el objetivo de acercar el mundo de la agricultura a las personas, ser absolutamente transparentes durante toda la cadena y generar un punto de encuentro entre los consumidores.

Hay que recalcar que la Pink Lady es una variedad de éxito desarrollada bajo el paraguas Club, es decir que tiene que cumplir unas normas de calidad específicas y que se comercializa por un número limitado de productores, de los cuales Giropoma forma parte siguiendo unas prácticas concretas y comprometidas con el medio ambiente. En este sentido, sigue la misión de Giropoma que es la de ofrecer manzanas saludables y de alta calidad, siguiendo siempre los valores que definen la empresa: la defensa del territorio y del medio rural, el respeto por el entorno, la proximidad, el compromiso y la apuesta por las personas.